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Un día cualquiera en La Janda


La mañana comenzó con buena compañía, como siempre, pero también con bastante niebla lo que nos hizo creer que no podríamos aprovechar la jornada como teníamos previsto. Estábamos equivocados -con frecuencia los mejores días de observación empiezan así- nos esperaban gratas sorpresas.

La lluvia había pasado por aquí días antes cambiándolo todo de color y de aspecto. El río Barbate saliendo de su cauce nos mostraba su fuerza y daba vida al entorno-otras veces más calmado- y las aves comenzaron a mostrarse poco a poco.

Avanzando por el camino apacible nos cruzamos con grullas llegadas del norte que pasan aquí el invierno, garcillas, garzas, y cernícalos dándose un festín. Avefría, morito común, perdiz, ratonero común, por citar algunas más.
Los viajeros sorprendidos por lo que la luz del día iba descubriendo, paisajes inesperados, cultivos de arroz, canales de agua, numerosas especies de aves y campos con ganado. Algunos de ellos aprovecharon para hacer fotos inolvidables (con paciencia y dedicación) y otros simplemente disfrutaron del itinerario y de un encuentro especial -no sería el único de la jornada- como cuando nos cruzamos con un pastor muy simpático que venía acompañado de 400 cabras y ovejas y 3 perros desde Jerez de la Frontera (porque allí no tienen suficiente alimento en esta época del año). Su paso nos dejó recuerdos como éstos…
A medida que nos alejábamos de La Janda el paisaje cambiaba su expresión ya que nos adentrábamos lentamente en el Parque Natural de los Alcornocales, uno de los espacios protegidos más importantes de Andalucía con sus 173.000ha de extensión conteniendo la mayor masa conservada y productiva de alcornocal de la Península Ibérica. Y aquí llegó la segunda sorpresa: un grupo de buitres leonados en el suelo, muy cerca de la pista por la que transitábamos, alimentándose y dejándose observar con facilidad (y mucha emoción). En Andalucía estamos bastante habituados a verlos aunque siempre es un espectáculo para los sentidos encontrarse con ellos.
De regreso a casa aprovechamos para pasar por la Barca de Vejer para ver si estaban los Ibis eremita (Geronticus eremita) que tienen allí una pequeña colonia gracias a un importante y exitoso proyecto de reintroducción iniciado en el año 2002. Afortunadamente encontramos algunos individuos y fue un regalo para nuestros viajeros que nunca habían observado esta especie, una de la más amenzadas del planeta.
Así acaba un día de excursión con Natura Tours, bellos instantes de naturaleza salvaje y unos compañeros de ruta excepcionales.
Hasta la próxima aventura.
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